Un soleado domingo, mientras daba mi paseo matutino, me llamó la atención el cartel de un comercio de una céntrica calle de Chiclana.
No es que el cartel tenga nada raro. Lo que llama la atención, es que lo tiene perenne en el cristal.
Por ello, al que se despiste y se presente un día festivo en ese comercio para realizar una compra y lea el cartel, le aconsejo que se siente a esperar en el banco que hay enfrente.
Mejor que se lleve la cama...jjajaja
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